La sensibilidad es una larva de escarabajo
Cuatro historias que están lejana pero fuertemente conectadas
Los caminos de Phoracantha.
Phoracantha Recurva coleóptero xilófago se alimenta de eucaliptus. En su fase larvaria transita comiendo la madera contra la corteza del árbol, las larvas suelen mantener entre sí una distancia constante, acompañándose, sabiendo de alguna manera que hay otra próxima, en una senda paralela. El proceso de crecimiento de sus cuerpos genera un crecimiento de los surcos, de las huellas que dejan a su paso por la madera. A veces cruzan sus trayectos, a veces lo evitan, siguiendo en este complejo y definido tránsito una lógica, que tiene como posible resultado, en tanto lo reconozcamos como tal, un dibujo. Una red de líneas que transmite una particular sensibilidad.
La obsesión por el rojo.
En una lectura reciente encontré una información que no conocía; durante la primera etapa de nuestra historia no histórica, de nuestra prehistoria paleolítica. Antes de que fueran pintadas representaciones de animales en las paredes de las cavernas, existió la obsesión por el rojo. Gránulos de óxido rojo de hierro fueron acumulados por humanos en depósitos, el suelo que habitaban estaba cubierto con este material, posiblemente también sus objetos y sus cuerpos.
El espacio de la abeja.
Las abejas generan un orden en el hábitat que construyen basado en el tamaño de sus cuerpos. Se puede definir una regla que en síntesis se enuncia así: los espacios menores a 5 mm . son bloqueados, los mayores a esa medida y hasta 9 mm . son utilizados para circular y los mayores a 9 mm ., para construir panales.
Me interesó esa relación de proporciones y la utilicé para realizar una serie de cuadros abstractos.
Un amigo apicultor ajeno a los temas de la pintura, desconocedor de mis experiencias formales extraídas de observar a los insectos y con quien compartíamos solo el común interés por las abejas, pasó un día por mi taller llevado por temas vinculados a su profesión, miró las obras en las que trabajaba, se detuvo delante de una y de pronto exclamó: ¡Ese es el espacio de la abeja!
Paralelos tectiformes.
Hace poco, después de analizar una pintura un tanto informal que estaba terminando, me asombró que detrás de ese aparente informalismo, había construido de manera no consciente un orden, no perceptible a primera vista, basado en dos campos horizontales y tres verticales. Revise muchas obras y encontré que ese patrón no buscado estaba presente en gran parte de mi producción de estos últimos años. Hasta aquí no pasó de ser un descubrimiento casi íntimo. Pero mis lecturas sobre la prehistoria me proporcionaron un segundo descubrimiento. En las cuevas de España y Francia que contienen pinturas del paleolítico, se encuentran algunas de carácter abstracto a las que se ha llamado tectiformes, en un estudio que analiza formalmente casi cincuenta tectiformes, pueden verse ordenados en doble página los diagramas de estas obras, todos basados en un orden de dos campos horizontales y tres verticales.
Phoracantha no puede ver el resultado de su transitar por la madera, debemos sacar la corteza de un tronco para poder observarlo, para descubrir ese mundo de caminos paralelos guiados por una lógica que él no entiende, pero a la cual es fiel como debe serlo una larva de escarabajo.
Rodrigo Fló
Bella Vista abril de 2008
Acrílico sobre tela,
Acrílico sobre tela,
Acrílico sobre tela,
Acrílico sobre tela,
Acrílico sobre fibra,
Acrílico sobre tela,
Acrílico sobre tela,
Acrílico sobre tela,
Acrílico sobre fibra,
Acrílico sobre tela,
132 cm . x 100 cm . año 2007
Acrílico sobre fibra,
Acrílico sobre fibra,
La sensibilidad es una larva de escarabajo
Mayo de 2008
Museo de Arte Contemporáneo
Montevideo- Uruguay